No puedo
creer que llegó el día… Con lágrimas en los ojos te veo tomar la teta por
última vez. Sola decidiste que querías dejarla (porque te gusta más la comida
que cocina mamá) y poco puedo hacer al respecto.
Muchos me criticaron por cubrirme con una mantita o retirarme a otro lado, pero el momento fue siempre nuestro. Amé ser tu fuente principal de
alimento todos estos meses, sentir tu manito acariciándome la espalda y perderme
en esos ojos preciosos que me clavaban la mirada. No puedo creer que estés
creciendo tan rápido.
Pasamos
tanto tiempo registrando todas las primeras veces que las últimas veces se nos
pasan por alto… Como la última noche que dormiste en el cuarto con mamá y papá,
la última vez que te bañamos en la bañaderita chiquita, o la última vez que me
levanté a amamantarte a la madrugada…